El agua y los aparatos electrónicos no suelen ser compatibles. Sin embargo, Microsoft cree que meter computadoras en el océano podría ser el futuro

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Microsoft acaba de cerrar un experimento de operación de un centro de datos subacuático. Se colocó una serie de servidores con la potencia de aproximadamente 300 PC en un cilindro a prueba de agua que se sumergió en el océano, en las costas del centro de California.

Este prototipo  de  centro de datos que puede operar a cientos de pies debajo de la superficie del océano, lo que elimina uno de los problemas más costosos de la industria de la tecnología: la factura de pago del aire acondicionado.

Los centros de datos de hoy, con todo lo que significa el tráfico de información gracias a las redes sociales y correos electrónicos, contienen miles de servidores que generan gran cantidad de calor. Cuando hay un exceso de calor los servidores explotan.  Poner toda esta infraestructura en  marcha bajo el agua del océano podría solucionar el problema. También puede responder  exponencialmente a las crecientes demandas de energía, por ello Microsoft está considerando  emparejar el sistema con una turbina o un sistema de energía  para generar electricidad.Este esfuerzo llamado Proyecto Natick, podría dar lugar a líneas de tubos de acero gigantes unidos por cable de fibra óptica colocado en el fondo del mar.

Otra posibilidad sería suspender contenedores con forma de caramelos de goma debajo de la superficie del océano para capturar la corriente con que las turbinas generan electricidad Los contenedores de servidor bajo el agua también podrían ayudar al rápido funcionamiento de  los servicios web. Gran parte de la población del mundo ahora vive en centros urbanos cercanos a los océanos, pero lejos de los centros de datos que, por lo general, están construidos en lugares remotos  con mucho espacio.

La capacidad de colocar potencia de cálculo cerca de los usuarios disminuye el retardo o latencia, lo  que es un gran problema para los usuarios de Internet. Uno de los aspectos importantes del proyecto, el  que tiene el potencial más obvio es generar  electricidad a partir del movimiento del agua de mar.

Otro aspecto importante es que en  el primer experimento, los investigadores de Microsoft  estudiaron el impacto que sus contenedores de computación podrían tener en los entornos subacuáticos frágiles. Utilizaron sensores acústicos para determinar si las unidades de hilado escuchaban en el agua circundante. Lo que encontraron es que el chasquido de los camarones que nadan junto al sistema,  “ahogan” cualquier ruido creado por el contenedor.